Es un juego de prevención del consumo problemático de alcohol a partir de poner en juego nuestras experiencias, las ideas que tenemos -que pueden estar equivocadas- y las prácticas que no nos problematizamos comúnmente. También sirve para encontrarnos con información y estrategias nuevas para seguir disfrutando el tomar de una manera cuidada, y para que quienes no quieran tomar se puedan encontrar empoderados y legitimados para sostener su posición.
Un juego que tiene avances y retrocesos. Esto tiene que ver con la posibilidad de pensar que con el consumo de alcohol hay momentos en lo que las cosas nos salen bien, nos podemos cuidar, y hay momentos donde las cosas nos salen mal y eso tiene sus efectos. Cuando hacemos las cosas bien podemos avanzar en la vida, cuando nos equivocamos debemos volver para atrás y repensar nuestras prácticas y actitudes. Es una propuesta lúdica y didáctica para trabajar con adolescentes el uso y el consumo de alcohol. Se trata de un juego de competencia, pero el énfasis no está puedo en quién gana sino en las posibilidades de abrir el diálogo entre pares y con las personas adultas que coordinan la actividad.
El tablero y los naipes con consignas permiten traer al diálogo algunas de las situaciones a las que jóvenes se ven expuestos en relación al consumo de alcohol. Se trata de una manera de “empezar a charlar” sobre el tema. El objetivo principal del juego es, precisamente, permitir que el grupo converse sobre un tema “difícil” de poner en palabras para las personas adultas sin ponerse en un lugar moralista.
De lo que se trata, en este caso, es de poder visualizar los riesgos y, sobre todo, los factores protectores posibles de ser creados por cada joven y, especialmente, por cada grupo. Por eso, A pasarla bien es un juego sobre “las propias decisiones y la amistad”. Es un juego que apuesta a descubrir los códigos de solidaridad y afecto que existen entre pares, para cuidarse en estos momentos completamente nuevos, cuando consumen alcohol y no hay personas adultas protectoras, sino que están tomando sus propias decisiones. Es uno de los tantos momentos de aprendizaje sobre la generación de cuidados que les toca vivir.